Limpieza en casa: 14 cosas que deberías hacer desaparecer del salón antes de que llegue Navidad

El otoño es el momento de hacer limpieza en casa y de acondicionar nuestro hogar para afrontar la llegada del invierno. En este proceso, además de limpiar, es fundamental revisar nuestras pertenencias, y deshacernos de esas cosas que nunca utilizamos, o que ya no pintan nada en nuestras vidas.

Hoy, queremos centrarnos en esas cosas que deberías hacer desaparecer del salón de forma urgente para dejar espacio libre, y de paso, conseguir que esta estancia sea más bonita o acogedora.

Di adiós a los recuerdos de viajes (además de recordatorios, y regalos inútiles)

Una reproducción de la torre Eiffel que te pareció monísima en París, una pareja de flamencos que te trajeron de Sevilla, una concha que te trajeron con amor unos amigos que hicieron el Camino de Santiago… Si el mueble del salón es como un santuario de viajes tuyos y de tu familia y amigos, quizás sea hora de empezar a retirar esos recuerdos que son tan poco decorativos.

Tampoco te olvides de recordatorios, regalos de boda y regalos inútiles

Lo mismo podría aplicarse a recordatorios y regalos de boda, o a esos regalos inútiles que te han hecho en celebraciones, o con motivo del amigo invisible y que están acumulados en el fondo de un armario. Creemos que ya es hora de que los tires, y hagas sitio para guardar cosas que realmente sí que te gustan.

Periódicos y revistas viejos

A todos nos gusta guardar revistas que nos han gustado. Pero llega un momento, en que esa afición es incómoda e invade espacios que no están para eso. En la mesa auxiliar, guarda un par de revistas que estés leyendo. Y el resto, puedes preparar algún montoncito para decorar un aparador,o un viejo baúl. Pero el resto deberías plantearte reciclarlas, o al menos, guardarlas en algún sitio que no tenga mucho impacto visual.

En el caso de los periódicos, más allá de guardar alguno para empaquetar una cosa delicada, o para limpiar los cristales, llévalos al contenedor de reciclaje sin mirar atrás.

Para tener tus revistas en orden, puedes hacerte con un revistero como este. Es de La Redoute, tiene un encantador estilo años 50.

Cables

Probablemente te habrás acostumbrado a ellos, pero no hay nada más horrible que ver cien mil cables enmarañados en una esquina del salón. Estudia los cables, determina cuáles no usas (seguro que hay alguno ahí y que no sirve para nada), desenrédalos, y trata de ocultarnos en la medida de lo posible.

Para hacer desaparecer tus cables, una caja organizadora como esta es ideal. Encuéntralo en Amazon.

¿Para qué quieres teléfonos y cargadores viejos?

Seguro que en algún cajón del salón tienes guardados viejos móviles, cargadores que ya no te sirven para nada. Puede que en muchos salones estén hasta las cajas de estos aparatos. Es hora de que les digas adiós y los lleves a un punto limpio.

Mantas

¿Cuántas mantas tienes en el salón? En muchos salones, las mantas se almacenan sin solución de continuidad. Revísalas, decide cuál te quedas, y el resto, dónalas a un albergue o a una organización humanitaria.

Y si todavía no tienes una mantita, aprovecha ahora antes de que llegue el frío de verdad y hazte con una mantita como esta. Tiene un encantador diseño de cuadros de tartán, y es ideal para estas fechas prenavideñas.

Fotos familiares

Si eres de los que tienen repisas, estantes, y vitrinas repletas de fotos… quizás sea el momento de ir guardando algunas. Está bien tener alguna foto familiar, pero a nivel deco, tener el salón repleto de fotografías… como que no. Así que elige las que más te gusten, elige un marco bonito, y retira el resto.

Otra solución para tener fotos en el salón de una forma discreta y en un único dispositivo, es hacerte con un marco digital para fotos.

¿Cuántos de tus libros no has leído?

Si tienes libros que nunca has leído, bien porque fueron un regalo y no te llama la temática o la trama, bien porque los empezaste y no te engancharon, lo mejor es quitarlos de en medio. Puedes regalarlos, o donarlos a una biblioteca.

Ese juego de café que odias

Seguro que en la vitrina tienes un juego de café horrible que te regalaron en tu boda, cuando inauguraste la casa, o en algún cumpleaños. Si te da escalofríos cada vez que lo ves, no lo dudes: deshazte de él sin mirar atrás. Y deja espacio para comprar un juego de café como este de La Cartuja.

Ambientadores gastados

Igual lleva contigo mesas. Quizás años. Pero tienes que ser consciente de que ese ambientador ya no emite aroma alguno desde hace mucho tiempo. Así quítalos de la vista y compra uno nuevo para que tu salón vuelva a olor bien.

Ceniceros viejunos

Hace unos cuantos años (no tantos, realmente), rara era la casa en la que no había uno o varios ceniceros, muchos de ellos de cristal. Ahora, en muchas casas ya no se fuma. Incluso en las que se fuma, se suele hacer ya en el balcón o en la terraza para no impregnar los interiores del olor a tabaco. Por eso, ya no tiene sentido tener el salón repleto de ceniceros de cristal. Retíralos, y guarda alguno por si tienes una visita que fuma (eso sí, que lo haga siempre en el exterior).

Los cojines, en su justa medida

Nos encantan los cojines casi tanto como a vosotros. Pero hay que ser realistas: una cosa es que pongamos unos cuantos cojines en los sofás, y otra, que los sofás no se vean por culpa de los cojines. Elige los que más te gusten, los que mejor combines, y el resto, fuera. Verás como el salón parece más ordenado, y de paso, verás también que es más cómodo sentarte en el sofá.

Si aún así necesitas algún cojín para combinar y completar la escena, estos de La Redoute son perfectos.

Manteles viejos y con manchas

Revisa el cajón de los manteles y de las servilletas. Seguro que guardas manteles viejos o con manchas que no salen, y que nunca utilizas. Tira, o haz trapos para limpiar con ellos, y guarda solo los que sepas que vas a utilizar.

Si una vez que has hecho limpieza te das cuenta de que no tienes ningún mantel decente, aquí tienes un mantel antimanchas bonito y resultón que lucirá genial en tu mesa (y también en las fotos de Instagram).

Velas consumidas

En este punto, entono el mea culpa. Porque al igual que muchos de vosotros, yo también tengo un montón de velas a medio consumir. En las velas para candelabros, o en las velas gruesas, tiene sentido, porque la vela derretida hace combinación llenas de magia. Pero en las velas de té, muchas veces las enciendes una segunda vez, y suele ahogarse la llama. Haz limpieza, y tira las velas que sabes que no van volver a encender.

Vela perfumada de Baobab Collection, con una combustión de 150 horas aproximadamente. Encuéntrala en Amazon.

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